Son varias razones por la cuales una mujer puede perder su ciclo menstrual en distintas etapas de la vida. Dependiendo de la etapa, podemos clasificar
Amenorrea Primaria:
Cuando no se ha producido la primera menstruación o menarquia.
Amenorrea Secundaria:
Sucede cuando los períodos se han iniciado, pero cesan La amenorrea secundaria puede ocurrir debido a cambios naturales en el cuerpo como embarazo, lactancia y menopausia o debido a alguna enfermedad como Glándula tiroides hiperactiva, Poliquistosis ovárica, Insuficiencia ovárica, o el uso de Fármacos quimioterapéuticos para el cáncer, o medicamentos para tratar la esquizofrenia o la psicosis .
Para ambos casos, el diagnostico deberá primero descartar en primer lugar el embarazo.
Una mujer en estado de obesidad o bajo peso en el caso de mujeres deportistas, mujeres que realizan ejercicio de manera excesiva y por largos períodos de tiempo, Estrés por el entrenamiento o la competición, si tiene muy poca grasa corporal (menos del 15% al 17%), si sufre ansiedad o angustia emocional graves, Aparato reproductor inmaduro, incluso Factores ambientales, Antecedentes socioeconómicos y el Entorno familiar permiten el desarrollo de la amenorrea
Aunque cueste creerlo, el ejercicio también es otra de las razones para que la menstruación se retrase. Cuando hacemos deporte o practicamos ejercicio de forma intensa, reducimos la cantidad de una hormona llamada leptina. Ésta se genera a través de las grasas, y juega un papel importante en la ovulación y la menstruación.
Otro punto a tener en cuenta es que el exceso de ejercicio reduce la cantidad de estrógeno y progesterona que nuestros ovarios producen. Al contar con una cantidad menor de estas hormonas, el ciclo menstrual tiende a retrasarse, e incluso a no aparecer. Con la actividad física intensa el área del cerebro encargada de dictar la producción de hormonas puede verse interferida, y que nuestro cerebro mande la señal de que simplemente no es el momento adecuado para tener la regla.
Los deportes más propensos a alterar el ciclo menstrual son aquellos, principalmente, en los que hay que realizar un ejercicio físico prolongado (aeróbicos). Entre éstos tenemos las especialidades de fondo y medio fondo en atletismo, la natación, el ciclismo y el ski de fondo. También es frecuente encontrar alteraciones en mujeres que se dedican al ballet, gimnasia o danza moderna, por ser deportes que requieren un peso corporal bajo.
Algunas chicas que hacen deporte o ejercicio físico intenso se exponen a padecer un problema conocido como "triada de la atleta" (también denominado "triada de la deportista"). Esta triada solo afecta a las mujeres y es una combinación de las siguientes tres afecciones: alteraciones en la conducta alimentaria, amenorrea y osteoporosis. Una atleta puede tener uno, dos o los tres componentes de la triada.
Factor 1 de la triada: alteraciones en la conducta alimentaria
La mayoría de las chicas afectadas por la triada de la atleta intentan perder peso para mejorar su rendimiento deportivo. Las alteraciones en la conducta alimentaria que acompañan a la triada de la atleta pueden ir de no ingerir una cantidad suficiente de calorías para hacer frente a las demandas de energía que implica la práctica deportiva, evitar determinados tipos de alimentos que los atletas consideran "inadecuados" (como las grasas) hasta presentar trastornos graves de la alimentación, como la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa.
Factor 2 de la triada: amenorrea
Cuando una mujer hace un ejercicio físico muy intenso sin ingerir las calorías que necesita, lo más probable es que su organismo produzca una menor cantidad de las hormonas que ayudan a regular el ciclo menstrual. Consecuentemente, sus ciclos menstruales se pueden volver sumamente irregulares y hasta puede llegar a dejar de menstruar. Por descontado, es normal que una adolescente se salte periodos menstruales, de forma ocasional, especialmente durante el año inmediatamente posterior a la menarquia. El mero hecho de que a una chica no le venga la menstruación en una ocasión no implica automáticamente que deba tener la triada de la atleta. También puede implicar que le ocurre algo distinto, como un embarazo o una afección médica. Si mantienes relaciones sexuales y no te viene la regla, habla con tu médico.
Algunas chicas que hacen mucho deporte y con mucha intensidad es posible que no lleguen a tener su primer periodo menstrual por lo mucho que entrenan. Otras pueden tener la menarquia, seguida de varios periodos menstruales pero, cuando aumentan los entrenamientos y cambian sus hábitos de alimentación, dejan de menstruar.
Factor 3 de la tríada: osteoporosis
Las concentraciones de estrógenos son más bajas en las chicas afectadas por la triada de la atleta. Estas concentraciones, unidas a una alimentación deficiente, sobre todo en lo relativo a la ingesta de calcio, pueden desembocar en osteoporosis, el tercer componente de la triada. La osteoporosis es un debilitamiento de los huesos, debido a pérdidas de densidad ósea y a una inadecuada formación de los huesos. Esta afección puede arruinar la carrera de una atleta, ya que se puede asociar a fracturas por estrés o sobrecarga y a otro tipo de lesiones.
Por lo general, los años de la adolescencia son un período en que las mujeres deberían incrementar al máximo el desarrollo de su masa ósea. El hecho de que una chica no ingiera una cantidad suficiente de calcio durante esta etapa puede tener un efecto negativo y duradero en lo fuertes que serán sus huesos en el futuro.
¿Quiénes desarrollan la triada de la atleta?
A muchas chicas les preocupa el volumen y la forma de sus cuerpos. Y el hecho de ser una atleta muy competitiva y de practicar un deporte que exige entrenar muy duro se pueden añadir a esta preocupación.
Las chicas con la triada de la atleta se preocupan tanto por el o los deportes que practican que lo harían casi todo para mejorar su rendimiento físico. Las artes marciales y el remo son ejemplos de deportes donde se clasifica a las atletas por categorías de peso corporal. Por lo tanto, el peso corporal es una parte importante del programa de entrenamiento, y este factor expone a las chicas que los practican al riesgo de desarrollar alteraciones en la conducta alimentara.
¿Ejercitarse poco también afecta?
La ausencia del período por causa del ejercicio es más frecuente en casos en que nos estemos ejercitando demasiado que en casos en que estemos haciendo poco ejercicio. Sin embargo, el sobrepeso también es un motivo que puede llegar a alterar la coordinación entre el cerebro y los ovarios, haciendo que la producción de hormonas se vea afectada, y por lo tanto el ciclo menstrual se altere.
Hay que tener muy en cuenta que la ausencia frecuente de períodos en mujeres que realizan muy poco ejercicio puede estar relacionada con el Síndrome de Ovario Poliquístico. Una condición en la que pequeños quistes se forman en los ovarios e interfieren con su trabajo normal. Otro motivo puede ser un desorden metabólico causado por el sedentarismo.
¿Cuáles son sus signos y sus síntomas?
Cuando una chica presenta factores de riesgo para desarrollar la triada de la atleta, es posible que ya esté presentando algunos síntomas y signos de esta afección, como los siguientes:
pérdida de peso
periodos menstruales irregulares o ausencia de la menstruación
fatiga y reducción de la capacidad de concentración
facturas por estrés o sobrecarga (fracturas que ocurren por uso excesivo y sin que la persona reciba traumatismos importantes)
otras lesiones
Las chicas con la triada de la atleta suelen presentar signos y síntomas de trastornos de la conducta alimentaria, como los siguientes:
seguir haciendo dieta aunque ya hayan perdido peso
preocupación por la comida y por el peso
ir al váter a menudo durante o después de las comidas
uso de laxantes
pelo y uñas quebradizos
caries dentales porque en las chicas con bulimia el esmalte dental está desgastado debido a sus vómitos frecuentes
sensibilidad al frío
valores bajos en frecuencia cardíaca y tensión arterial
irregularidades cardíacas y dolor de pecho
Tratamiento al Problema
Las alteraciones menstruales asociadas con el entrenamiento físico no deben nunca ser ignoradas. Al contrario, debe hacerse una evaluación médica. La irregularidad menstrual puede tener muchas causas, entre las cuales se hallan los tumores hipofisarios, la menopausia prematura y por supuesto el embarazo.
El tratamiento principalmente irá destinado a recuperar el peso óptimo, los niveles adecuados de grasa y sentar las bases de una alimentación saludable. En principio tanto el volumen como intensidad de los entrenamientos se verán reducidos. Normalmente si se siguen las pautas en dos-tres meses el ciclo menstrual volverá a aparecer.
Una vez detectada, en primer lugar se debe asumir que el ejercicio físico no es el único causante, por lo que se deben descartar otras complicaciones como por ejemplo: embarazo, menopausia prematura, ovarios poliquísticos, disfunción tiroidea y tumores pituitarios.
Se debe llevar a cabo un trabajo integral por parte del entrenador, el nutricionista y el médico para regular el entrenamiento, la ingesta calórica y promover un estilo de vida saludable.
En la dieta se deberá incluir la ingesta de 1500 mg./día de calcio junto con vitamina D para ayudar a la absorción y la fijación del calcio. Además se deberá aumentar el aporte de Hierro, vitamina E y Zinc (las dos últimas son fundamentales para el desarrollo y la maduración sexual)
Por otro parte, si la menstruación no se recupera y la deportista mantiene relaciones sexuales, se deberá recomendarle que tome pastillas anticonceptivas.
El tratamiento de la amenorrea, requiere un tratamiento integral entre entrenadores, preparadores físicos, médicos y nutricionistas para regular el entrenamiento, la ingesta calórica y promover un estilo de vida saludable
Conocer en qué consiste y cómo prevenirla o tratarla es de vital importancia con el objetivo de minimizar el daño que las deportistas pueden sufrir en su cuerpo y en su organismo, consiguiendo así que lleven a cabo una práctica deportiva de forma saludable y segura aunque se dediquen a la alta competición
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