A veces si tengo ganas de quedarme un poco mas acostada en cama, a veces solo quisiera hacerme bolita y no tener que estar lista para tener que levantar cosas que son pesadas día tras día.
A veces quiero soltar por que se que no hay nadie que me controle, nadie a quien responderle si hice o no hice ejercicio. A veces incluso desearía no ser la que esta a cargo.
La verdad es que no siempre tengo ganas de entrenar . Y esta bien.
Es bueno escuchar al cuerpo y es bueno detenerse. Descansar, regalonearse, aceptar que hay que soltar para luego retomar.
En ese camino he tenido que aprender a conocerme, a retroceder y detenerme a pensar para volver a organizar, a replantearme y preguntarme una vez mas, que me muebe ? que me trajo aqui desde un principio ?
Me he mantenido humilde, he buscado el conocimiento en otros, he pedido ayuda cuando ha sido necesario y he estado apoyada por buenos profesionales en este camino.
He aprendido a reconocer mis limites y a volver a reconstruirme desde los bordes al interior paso a paso , mejorando
He aprendido a escuchar a mi cuerpo y lo fundamental que resulta para poder seguir adelante, escuchar al cuerpo nos permite generar consciencia sobre las sensaciones fisicas y mente , tal como sucede en la practica del yoga. Ese recorrido imaginario consiente de revisión de como se encuentra la columna, como se sienten los músculos, huesos, tendones y articulaciones.
Así el descanso se vuelve importante a la hora de recargar energía, como de la reparación y preparación del cuerpo para al dia siguiente seguir adelante.
Cuando llevas años entrenando es valido cansarse, es valido soltar, es valido escucharse, descansa, al día siguiente retoma. no tiene por que ser con violencia, trabaja la movilidad, realiza pausas activas, aprovecha la naturaleza para ir a recorrer y re conectarte con aquello que si importa.
Deja la culpa de lado y tomate el descanso como algo serio, solo así podrás continuar con energías renovadas y nuevos objetivos día a día
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