Lamentablemente el sexismo tiene un carácter tan transversal en nuestra sociedad que no es fácil encontrar un ámbito en el que no se pueda apreciar.
Los datos son muy reveladores: las diferencias entre la práctica deportiva femenina y la masculina persisten desde hace más de treinta años sin que se haya experimentado reducción alguna de este diferencial y, lo que es peor, la sociedad percibe, erróneamente, pues los datos son asfixiantes, que las diferencias ya desaparecieron; siguen recogiéndose noticias de las distintas cuantías en premios masculinos y femeninos en competiciones de diversas modalidades deportivas; el potencial de árbitras, juezas o entrenadoras está infrautilizado y limitado por normativas muy cuestionables; el reparto de espacios y horarios en las canchas de entrenamiento les perjudican a pesar de que sus equipos, en algunos casos, tengan mayor categoría que los de sus homólogos masculinos; las mujeres están claramente infrarrepresentadas en los cargos directivos y en los artículos científicos que estudian el deporte y, mismo, cuando se estudian los modelos competitivos de muchos deportes, únicamente se analiza el modelo masculino para luego extrapolarlo como modelo universal.
Los estudios sociológicos presentan como evidente la situación de que la sobrecarga de tareas de cuidado de hijos, ascendentes y dependientes, reduce sensiblemente el tiempo de ocio disponible para las mujeres; la presencia de deporte femenino en la prensa del sector es anecdótica; podríamos seguir... Como experiencia personal puedo recordar que después de pasar un año estudiando una asignatura denominada Historia del Deporte en mi licenciatura, llegué a la conclusión de que la historia del deporte era únicamente una historia de las épicas rivalidades masculinas.
El deporte es una de las escasas áreas en la cultura moderna en donde el cuerpo, su imagen y los estereotipos juegan un papel predominante en cuanto a fuerza física, poder y agresividad. Por ello es en el propio deporte donde las diferencias de género vienen influenciadas por el contexto sociocultural y el propio proceso de socialización de hombres y mujeres, donde las imágenes de feminidad y masculinidad se manifiestan de formas diversificadas.
Los medios de comunicación deportivos a menudo son acusados de adolecer de un discurso sexista, que es fruto de una visión androcéntrica de la realidad heredada de tiempos pasados. Este sexismo informativo es notorio tanto en la selección y redacción de los contenidos deportivos, que son predominantemente masculinos, como en su presentación formal al público al hacer uso de un lenguaje que incurre con facilidad en tópicos y estereotipos tradicionales que no hacen más que prolongar, en lugar de corregir, las desigualdades entre hombres y mujeres. Sin embargo, este tipo de periodismo no debe desaprovechar la oportunidad de educar en igualdad, ya que se dirige a un público masivo sobre el que ejerce una enorme influencia.
El sexismo es uno de los asuntos que más tropiezos ha generado en la organización de los Juegos de Tokio desde proponer disfrazar de cerdita a una famosa modelo de tallas grandes, la ignorancia a las necesidades específicas de la maternidad, en concreto de la lactancia por parte del Comité Olímpico Internacional. En España, fue Ona Carbonell, capitana del equipo nacional de natación sincronizada, la decisión tomada por las gimnastas alemanas, que se negaron a competir con maillots cortos y decidieron hacerlo con unos de cuerpo entero que deja rn ridiculo la multa a las jugadoras de la selección noruega de balonmano playa por no competir en bikini
Lamentablemente el sexismo es para ambos lados de esta manera el gimnasta español Cristofer Benítez, que recibió un ataque homófobo de la patinadora rusa Tatiana Navka por competir con un maillot tradicionalmente asociado a la vestimenta femenina.
Esta concatenación de hechos vienen a confirmar lo mucho que queda por cambiar en las grandes convocatorias deportivas, un reflejo más de las carencias de la sociedad global. Al sexismo, la LGTBIfobia y el desprecio a los cuidados se debería sumar la estricta (y obsoleta) binariedad sobre la que están cimentadas estas competiciones.
¿Cómo romper con el paradigma ?
Los retos son aún muchos, faltan políticas audaces y decididas que promuevan la igualdad en las organizaciones deportivas, especialmente en los ámbitos técnico y directivo. Pero si hay algo definitivo, es la falta de acceso de chicos y chicas en edad escolar a prácticas deportivas que los valoren en igualdad de condiciones. Hay que promover la participación en equipos realmente mixtos en todas las modalidades del deporte escolar. Una medida sin coste económico y que a medio plazo cambiará la percepción sesgada actual del deporte y que les dará a nuestras chicas la oportunidad de vivirlo de manera normalizada desde niñas.
La actividad periodística debe estar libre de sexismo y ser respetuosa de los derechos de las personas en la selección, producción y distribución de la información. Incluir la perspectiva de género cuando se habla sobre deportes significa contextualizar la información para explicar las condiciones en las que ese “triunfo”, ese “resultado” o esa “retribución económica” han sido posibles. Implica hacer visibles las condiciones desiguales en las que varones y mujeres practican deportes y compiten
Con el objetivo de promover un periodismo profesional y de calidad, Se crea la Guió Perspectiva de género en el periodismo deportivo. Para una información deportiva libre de estereotipos la Guía ofrece recursos lingüísticos prácticos que pueden usarse para evitar exclusiones y discriminaciones. Tiene, asimismo, recomendaciones para aprovechar la riqueza de la diversidad, evitar las estigmatizaciones y respetar los derechos de todas las personas independientemente de su identidad de género.
Esta guía fue elaborada en el marco del programa “Una victoria lleva a la otra” (OWLA), una iniciativa conjunta de ONU Mujeres y el Comité Olímpico Internacional, con el objetivo de promover el empoderamiento de niñas y adolescentes a través del deporte. El desafío esta planteado y esta también . en nuestras manos , Les invito a descargar la guía, aprender, informate, abrir al mente , comenzar a empatizar y hacernos conscientes de los pardigmas de la sociedad y busquemos cada uno desde nuestra propia arista comenzar a cambiar .
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